Muchos son los capítulos dedicados a Adil y, aún así, siempre resultarán pocos. De él se han escrito más de un millón de biografías, sin que se pueda a día de hoy discernir lo histórico de lo fantástico, y aún resultan pocas, si tenemos en cuenta, la complejidad de este personaje histórico y todas las capas que tuvo que idear para engañar a los faraones, que ni la mejor trama de espías puede igualar al plan que ideó para engañar al mundo y pasarlo a otra etapa de la evolución sin derramar una sola gota de sangre.
A los más maliciosos, aunque debo decir que es respetable, les gusta comparar a Adil con la figura de Hitler, argumentando que Adil al igual que Hitler hizo algunas medidas de maquillaje cuando llegó al poder.
La primera de ellas fue con motivo de su cumpleaños. Si recordáis, Adil fue acusado de tacaño, junto con los demás faraones, por no donar todo su dinero al resto de la humanidad, y no participar en la gran operación global de distribución de riqueza que el 17R puso en marcha a partir del software del Livuk.
En cada página personal, figuraba lo que uno tenía, y al lado, lo que tendría que tener si la distribución se produjera, y esto era demasiado subversivo para permitirlo y Adil sabía que podía generar grandes violencias, guerras y conflictos, y había que pararlo.
Es por eso que invitó para su cumpleaños a toda la humanidad a una cena gratis, y este hecho, tal y como se cuenta en la crónica anterior, generó la mayor actividad económica de toda la historia de la humanidad en tan poco tiempo, de forma sincrónica, a nivel global.
Y fue que en ese día todo la humanidad comió gratis por primera vez en la historia, y por primera vez en la historia se vislumbró que la comida podía ser gratis para siempre, y ya a todo el mundo le quedó claro que algo gordo bien gordo se venía encima y que por primera vez también en la historia había el buen rollo, la esperanza, la ilusión, la fe y casi la certeza de que por vez primera, por primera vez, esto tenía toda la pinta de acabar bien.
Y para celebrar esto, Adil anunció una de estas medidas populistas que a todo el mundo agradó y que fue la de liberar el día del cumpleaños, prohibido trabajar el día del cumpleaños, y día libre, día de ocio, día de vagos, dijo, el día del cumpleaños, todo el mundo tiene derecho a hacer nada, y todo el mundo tiene la obligación, el deber de darle acceso abierto a todos los recursos que esta persona desee, toda la humanidad invitará a todos los que cumplan años a todo lo que estos deseen.
Y tal como lo dijo lo propuso en la democracia electrónica y toda la masa fanática de Adil votó la propuesta, y por eso se dice que Adil era en el fondo el primer presidente, el primer dictador, del nuevo gobierno mundial, porque hacía la política desde la democracia del Livuk, inventada por los antisistemas del 17R, y una vez más, la estructura del mal, usurpaba el bien para sus propios fines.