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El tiempo. El tiempo es solo cuestión de sol, luna y estrellas. Y ahí adentro no hay ni sol ni luna ni estrellas. Aquí afuera tampoco. Aun así, me gusta venir hasta aquí y asomarme. Esto que ven es luz. Esto es la luz, la oscuridad es casi igual. Calculan que podré vivir aquí fuera dentro de unos doscientos años. Bueno, aquí no, en el Raneo, los Medita-Raneo, los mares del equilibrio. Pero yo creo que será mucho menos tiempo, porque la montaña está seca, y el mar y los pantanos ya ni se divisan.

Soy Isa ADN. La D indica zona centro-centro; la N es de norte, y la A, 179 años solares estimados. Pero físicamente, tengo 10 años. Se decidió así para que, en el caso de que los acumuladores se agotaran y desapareciera la posibilidad de la recuperación, tuviera todavía, a nivel ya solo biológico, un plus de tiempo de vida por delante.

Tengo una especie de hermano gemelo, aunque el término exacto es que estamos simplificados. Aunque yo soy la única que puede trasmitir el gen mitocondrial. De nuevo, nos dicen que es un plus de seguridad más por si nos volviéramos biológicos, siempre están con eso. Es el motivo por el cual os cuento todo esto, por si alguna vez necesitáis leerlo en mi ARN. No os creáis que soy artificial, ni nada parecido, soy una niña normal, de carne y hueso.

Quiero contaros mi gran secreto, aunque ya el hecho de andar por estas nieves es ya un secreto en sí mismo. Nadie, salvo yo, sabe que he encontrado una salida natural. También es cierto que solo el cuerpo de una niña podría salir por estas oquedades. Aún así, este tampoco no es mi gran secreto. Hay otro más grande aún y se llama RRO-PA.