Fantasías mínimas
Como cada mañana, acudes a tu cita con un asiento del metro. Como cada mañana, te acompañan los mismos de siempre: vampiros, asesinos, fantasmas, superhéroes y… cómo no, Dios y el Diablo. Una fantasía mínima. Un viaje inolvidable.
Mostrando el único resultado
Como cada mañana, acudes a tu cita con un asiento del metro. Como cada mañana, te acompañan los mismos de siempre: vampiros, asesinos, fantasmas, superhéroes y… cómo no, Dios y el Diablo. Una fantasía mínima. Un viaje inolvidable.