Extraído de “The English Journal ”. Tradución: Miguel Alda Leugim.
. . .por estos motivos, a los que habría que añadir nuevos conocimientos astronómicos sobre la verdadera duración de la traslación de la tierra alrededor del Sol y la precisión en los instrumentos orbítales de medición del tiempo K.F.O.C. (Reloj Orbital de Frecuencia Cuántica) con una precisión de +/- 1 Taión por segundo o lo que es lo mismo una tres mil millonésima de nanosegundo. Estas consideraciones obligan al U.H.I.I. (Institución Internacional de Husos Horararios) a este incómodo ajuste. La U.H.I.I. añade que esta modificación traería como consecuencia una coordinación internacional en la trayectoria del tráfico espacial, bastante denso desde la incorporación de Japón y la India a los numerosos lanzamientos ya existentes de Rusia, la N.A.S.A., y la E.S.A. El cálculo aunque parece complicado no lo es tanto, aseguran. El día bisiesto se mantiene para ajustarse a los 365 días y seis horas aproximadas de la traslación en un año, pero ahí radica el problema en “aproximadas” siendo realmente cinco horas y cuarenta y siete minutos. Al ajuste previsto cada cambio de siglo (si es resultante de ser divisible por 400, se elimina el bisiesto) habría que añadir el que se debe realizar cada cambio de milenio si la fecha resultante de su final de década, es decir 2010, es divisible por seiscientos setenta, el resultado, tres, es el número de años en los que hay que mantener los ajustes. Esto prolongaría los ajustes hasta el año 2012.Al quitar el valor cero 21 sería el día del último mes del 2010, de Diciembre, que sería quitado del calendario, al ser tres habría que eliminarlo también del 2011 y del 2012(eliminando el valor cero 21-1 y 21-2). Si existe algún nostálgico de la fecha 21 de Diciembre, no la volveremos a ver hasta pasado el año 2012. *por San I. Nocen Te.