Día dos de marzo del año 12012 antes de la abolición del dinero.
El mundo se ha levantado hoy con una noticia extraordinaria. Un nuevo golpe de Populus que nos ha dejado a todos patidifusos. Alucina vecina, porque TODO el dinero de los paraísos fiscales acaba de salir a la luz.
El poder desencriptador de Populus, hasta la fecha inasumible por todos los servicios de seguridad tecnológica, ha hecho saltar por los aires el secreto bancario y millones de datos han sido escupidos a la red como una impresora que vomita toneladas de papel sin ningún sentido.
Los medios de comunicación oficiales han tratado de retrasar la noticia lo máximo posible, y, después, la han dado de pasada, como si no tuviera casi importancia; es más, en algunos medios de comunicación, han llegado a decir que Populus está publicando información falsa sobre las personas que poseen dinero en los paraísos fiscales, pero lo cierto es que ya nadie se cree este cuento, porque ahora, la gente se informa desde Populus, ya que Populus es Dios, padre y espíritu santo, la santísima trinidad le llaman algunos, y lo publicado aquí es verdad bendita, verdad sagrada, verdad inamovible e inolvidable, verdad para siempre: muchos caminos tiene la mentira, dijo una vez Buda (¿o fue Gandhi?) pero la verdad solo tiene uno, y ese se enseña en Populus, oímos decir al bufón en uno de sus vídeos propagandísticos.
Para colmo de los colmos, el 17R está sistematizando toda la información, que es abundante y laboriosa, y cada segundo me llega al Livuk una foto de un personaje con un resumen de su vida, de sus negocios y del dinero que tiene acumulado en empresas off-shore. Así, sin haberlo pedido, sin comerlo ni beberlo.
El 17R es asínnnn, un poco nazi, pues te obliga a leer la información, a ser consciente de ella, si quieres que el Livuk siga funcionando, si quieres seguir accediendo al banco de recursos gratuitos, ya sea para subir bienes como para bajarlos, el caso es que tienes que chuparte la información; de hecho, a día de hoy, un billón de usuarios del Livuk (que bajan y suben —como si fuera un yo-yo— capital simbólico y material a la biblioteca) ya conoce con nombre y apellidos a aquellos desalmados que esconden su dinero, buena parte de él procedente del dinero público, para no pagar impuestos.
Justo en estos momentos, en el que muchos estados de Europa están quebrados y otros están a punto de quebrar, justo en este momento, este dinero infame sale a luz y todos los europeos pueden observar cuán inmensamente astronómica es su cantidad, y cómo, contra todo pronóstico, Adil no aparece en ninguna cuenta bancaria. ¿Dónde está la herencia de Adil? Se pregunta el Hacedor del Livuk. No lo sé, se contesta el Hacedor a sí mismo diez segundos después.
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