¡Ardeee Troooyaaa! Estoy súper emocionado con todo lo que está pasando. No me creía que este episodio de la Historia pudiera ser tan emocionante, que hubiran pasado tantas cosas incluso en un mismo día. Permítanme que les informe de los últimos acontecimientos acaecidos de ayer a hoy.
Tras La última ONG, Populus se ha inundado de vídeos de ricos locales saliendo a la calle y repartiendo su dinero entre la gente, y de pobres contando sus problemas y pidiéndole a estos que sean buenos con ellos, por favor.
Por su parte, el uno por ciento ha contratacado invirtiendo una cantidad escandalosa de dinero en una campaña mediática que les hace parecer víctimas de un chantaje y de un linchamiento por parte de los terroristas de Populus.
Mientras tanto, los intelectuales del 17R interpretan que todos estos vídeos han fundado un movimiento social llamado Sed Buenos, por favor, y explican este lema defendiendo la idea de que todos tenemos derecho a que sean buenos con nosotros y todos tenemos el deber de ser buenos con los demás.
Para colmo de todos los colmos, hace apenas unas horas han comenzado a aparecer en esta plataforma testimonios de ricos pidiendo el fin del corralito para que puedan redistribuir su riqueza entre sus semejantes.
Algunos periodistas subjetivos han ido en busca de estas personas para poder confirmar la veracidad de la noticia y se han encontrado con que donde dije digo ahora digo diego, e incluso algunos niegan terminantemente haber hecho semajantes declaraciones.
Como se puede ver, en estos momentos, hay muchos movimientos de información y contrainformación en la red y, por primera vez en la historia, es público y notorio que el cuarto y el quinto poder tienen un problema muy grave para diferenciar entre lo que ha ocurrido en la realidad real y lo que ha pasado solamente en el terreno de la creación virtual.
Por si fuera poco, alguien ha abierto en la democracia electrónica del Livuk una campaña de voto horizontal denominada ¿Y usted qué haría si…?, donde los votantes deben decidir si cogerían o no los diez millones de dólares ofrecidos por las familias con más dinero acumulado del planeta.
A primera hora de la tarde, había poca actividad en los módulos de voto y mucha en el foro de debate, el espacio de la democracia electrónica donde los ciudadanos, en sus repectivos idiomas, opinan, discuten e intentan llegar a consenso con otros usuarios sobre las implicaciones éticas y morales de este asunto.
Para difundir la campaña y conseguir así que participe el mayor número de gente, los publicistas del 17R, los Publicistas de la verdad, han creado un anuncio que en español se llama ¿Lo tomas o lo dejas? en el que aparecen imágenes de niños del África con el vientre hinchado diciéndole a la cámara, yo lo tomo; después sale un rastafari dándole una calada a una gran pipa de marihuana y diciendo yo lo dejo, y, en este tono, se continúa con una romería de gentes de diferentes pueblos e idisioncrasias diciendo si lo toma o lo deja y, en algunos casos, el porqué de esta decisión.
Millones y millones de vuks se están escribiendo por minuto desde todas las partes del mundo, pero nada de esto arredra al poderosísimo algoritmo de Alexia, el Hacedor, que guiado por la ley del pattern matching procesa, sintetiza, abstrae todas las opiniones en enunciados entendibles por todos, traducidos a todas las lenguas del planeta.
Y, por fin, el Hacedor ha hablado, hace tan solo unos instantes, y nos ha dicho que el sesenta por ciento de los votantes no cogería el dinero de las familias más ricas del mundo.
Este dato está generando un gran revuelo en el pensamiento colectivo, y, al mismo tiempo, ha significado un duro golpe para la autoestima de la clase alta, que siempre se había creído deseada, envidiada, admirada por sus enormes riquezas. ¡JA! Dicen algunos ricos desde sus yates leyendo las estadísticas del Hacedor:
—No se lo creen ni ellos, matarían por estar en la posición que yo ocupo, ¿verdad, Charles? —Le pregunta uno a su mayordomo, buscando que lo reconforte.
—En efecto, señor, de hecho ya lo hacen.
—¡JA! Claro que lo hacen, matan por dinero… ¿Dime, Charles, qué animal mata por dinero?
—Ninguno, señor.
—Equilicuá, Charles, son peores que los propios animales.
Aunque haya mucha euforia colectiva en la red respecto a este dato, yo, que he visto mucho mundo, no me puedo creer que la mayoría de los internatutas rechace el dinero y, por primera vez, empiezo a sospechar que la democracia electrónica está siendo manipulada siguiendo los intereses de Populus, que quiere que la humanidad de este tiempo sea de una forma muy diferente a como es en realidad.
Me quedo pensando un rato en esto, pero enseguida me percato de que alguien ha entrado en casa. Es Valeria. Parece que está un poco agobiada. Ha tirado el bolso por los aires y se dispone a abrir la nevera para buscar algo de comer. Luego pulsa el contestador para ver si hay algún mensaje. ¡Estupendo! ¿Sus padres se van a la India y no dicen nada? ¿Qué clase de padres son estos? Por un microsegundo, echa de menos a sus padres adoptivos, el gran mafioso de Nueva York y su abnegada y católica esposa. ¿Pero qué estoy pensando? Se dice a continuación. Para distraerse, coge el móvil y ve que Roger la está llamando:
—¿Has visto lo del Sed Buenos? Parece que ya no es el 17R el que lleva la batuta, ahora las masas están comenzando a jugar la famosa partida de ajedrez a la que se refería Adil en la reunión de Correos —dice Roger como quien comenta el último capítulo de la serie más vista del momento.
—¿Está contigo Alejo?
—No, aquí no está.
—Está más raro últimamente…
—Ya se le pasará, eres muy posesiva, Valeria.
—Con lo del Sed buenos se va a armar una buena, ya verás. Las masas están sin control.
—Me encanta ser masa.
—Escucha, no te metas en líos, no podemos acabar en la cárcel, ya ves que está desapareciendo gente. Además, dijimos que nos centraríamos en las acciones constructivas.
—Eso lo dijiste tú. Yo me ocupo de desestabilizar el sistema ¡y me encantaaaaa! Por cierto, a lo mejor Alejo está con el proyecto crótalo.
—¿Crótalo?
—Nada. Se me ha ido la pinza.
—¿Ya estás con tus secretitos? En cualquier caso, no creo que Alejo esté haciendo algo, no quiere participar en nada, dice que no se quiere meter. Oye, no subas nada a Populus, ¿vale? Mi amigo Mario ha desaparecido.
—Tranquila, lo voy a dejar todo en manos de uno al que le gustan demasiado las novatadas como para poder resistirse a esta oportunidad.
—Ay, madre, no sé por qué eso me suena a Adil.
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