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Amartizaje

Pegados a sus pantallas en 3D, en los bares de Europa, en las barbacoas del gran continente de la Pachamama, y en la plaza de Izram, todo el mundo está pendiente del aterrizaje de la Paca en Marte.

Tiene la Paca una nave con cámaras por todas partes, y los técnicos audiovisuales se ocupan de presentar todos los puntos de vista de forma lineal, como si estuvieran rodando un programa de televisión, donde se cambia de plano en función de la espectacularidad de la imagen.

Es un momento muy excepcional el que estamos viviendo. La humanidad R puede acariciar el sueño de hacer, del siglo 22, el siglo que la ciencia ficción utópica había imaginado para él. Se difunden por el Livuk comentarios como este, que no paran de relivuquearse:

—Gracias al sistema R, dentro de poco, tendremos una nave espacial en nuestro garaje.

Estos mensajes triunfalistas nos hinchan de orgullo revolucionario, y, nos confirman que hicimos bien en atrevernos a dar un paso hacia la utopía.

A nadie se le olvida que Tailandia nos ha declarado la guerra, pero todo el mundo piensa que es un bleuf, un farol, porque nada ha pasado desde entonces, y los pachamama pasan tres pueblos de la guerra y de los que se la han declarado.

Ahora, pues, que todo está en calma, Marilyn, acompañada por la clase política, quiere avanzar en el proceso constituyente. Tienen la sensación de que el proceso político ha perdido fuelle o interés para el aldeano R, el cual solo piensa en oferta y demanda y en crear nuevas necesidades y en satisfacerlas en RCoins.

En esta larga y tediosa tarea de crear la constitución universal, parece ya que la gente se ha puesto de acuerdo en tres principios básicos que en este momento gozan del más amplio consenso y que, según las encuestas, la gente siente mucho rechazo a modificar; el primero, el principio de que toda información digital es libre; el segundo, la renta de máxima abundancia, que se divide en subartículos en los que se explica la metodología del qcoin para satisfacerla. En tercer lugar, el principio de libertad contextual, que está en empate técnico, respecto a consenso, con el derecho de los niños al juego.

Estos cuatro principios, son de momento, los cuatro artículos de la Constitución Universal sobre los que hay un consenso globalizado.

Sigue, en cambio, el 17R con su eterno debate en relación al modelo de justicia, y continúan en fase de experimentación de diferentes modelos, para evaluar la satisfacción de los usuarios hacia los mismos.

Hay muchas ganas por otro lado de eliminar el absurdo, complicado y farragoso sistema de leyes, pero, al mismo tiempo, hay miedo por dejar la justicia en manos del juicio moral de la inteligencia colectiva, sin ningún cuerpo de leyes de referencia.

En este sentido, un texto que sí que es aceptado como referencia legal en todos los juicios, aunque aún no es oficial, es la Carta de los derechos humanos del hombre y de la tierra, que, como digo, va camino de convertirse en la raíz del nuevo derecho.

Esta parsimonia por la cosa de la justicia puede explicarse bien si miramos el modo en que la delicuencia ha caído dramáticamente en las zonas R.

Eliminados los problemas de la supervivencia, parece que la gente es más cívica, y un fuerte sentimiento de hermandad, de nacionalismo R, une a sus gentes, independientemente de sus creencias.

El acto de robar, por ejemplo, casi ya es una cosa del pasado, un concepto obsoleto que no tiene sentido en el marco de la abundancia radical, y cuyo cuerpo de leyes asociado, muerde el polvo también en perdidas estanterías de libros aún sin digitalizar, que aguardan su turno al final de una larga cola de libros más imprescindibles para el desarrollo cultural R.

Vive la población como en una nube, donde hay mucha energía positiva en el ambiente, y la gente se sonríe y se da las gracias todo el tiempo de forma honesta al relacionarse.

Habita, pues, el ciudadano R en un presente continuo, y en la idea de un futuro próspero, y, al igual que rechaza pensar en los pobres niños de África que no tienen para comer, también se disgustan mucho cuando ven información del pasado, de la vida de antes; tanto que casi ya es una falta de cortesía remitir en la conversación al valle de lágrimas que fue el siglo 21, y no ya digamos el siglo 20; se avergüenza el ser humano R de haber prostituido su humanidad en el pasado por dinero, y no quiere pensar en él, ahora solo quiere ser feliz y olvidar, olvidar para siempre…