YO, como Dalí, Salvador (ejem) como tantos otros a lo largo de la historia, soy un usurpador de la estructura del bien, y, mi único interés para vivir fuera de la ley debes ser honrado fue alcanzar la fama, el prestigio social, mantener mi estatus económico, pero en ningún caso fue el de cambiar a mejor la vida de los pobres, porque eso atentaba contra los intereses de mi clase social, y eso, no lo podía permitir.
En ningún momento la estructura del bien me permitió acceder a sus fuentes ocutas de conocimiento, y tuve que tirar con la biblioteca oculta de la estructura del mal, la cual, si bien no era tan granada, fue la que me condujo al éxito, y sus lagunas, fueron rellenadas por mi pobre imaginación, total, da igual, nadie se dio cuenta, y todo el mundo pensó que yo era un escritor del bien, así se me reconoce en las universidades, etc. pero en realidad, solo fui un filólogo, un copista, un burdo imitador, eso sí, como mucho talento para usurpar el concomiento que no era mío, ni de los míos, sino del pueblo, y para el pueblo, aunque nosotros, yo en concreto, lo vovliera enrevesado, gongorino, disfrutara con el cultismo, para que solo los cultivados, los que han hecho por aprender, por educarse, pudieran paladear los saberes ocultos.
