Diana de Gales: La princesa de los ojos tristes

Soy Diana Frances Spencer, la reina de los ojos tristes. Como Melania Trump, la bestia parda del comunismo, nací reina sin que mis orígenes nobles tengan nada que ver con este hecho.

Durante mucho tiempo, como el rey David, el padre de Salomón, permanecí en la sombra, y, a pesar de estar en la línea del gen registrada por Noé, y a diferencia de Melania, nadie vino a visitarme durante mi nacimiento.

Tuve una vida dulce hasta que la reina de Inglaterra posó sus ojos en mi sangre. Hay mucha rumorología sobre cómo y por qué se produjo este acontecimiento y lo cierto era que, hasta ahora, nadie lo sabía bien a ciencia cierta.


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