Capítulo de obra, Kalifornia's dreaming

Si no somos socios en las ganancias, ¿por qué habremos de serlo en las pérdidas? (7)

—¿Qué pasa, tronco? ¿Cómo andas?

—Pues aquí, ya sabes, pegándole al negocio.

Esta es la típica expresión que dice la gente cuando en el fondo no tiene nada que decir. La comunicación es emocional, algo que los informáticos no comprenderán nunca, por eso las máquinas del siglo XXI hablan, pero no comunican.

—Oye, tron, la marijuana esa última que me pasaste, cómo te digo, es la pera limonera.

—¿Sí, no? Pues siento decirte que la planta ha pasado a mejor vida en los pulmones y cerebro de miles de usuarios. No hay más.

—¿Quéeeeee? No puede ser. No me digas eso.

—Como lo oyes.

—Tío, eso es un putadón muy pero que muy gordo. ¿Sí, no? ¿A que va bien pa’ follar?

Este ¿sí no? es un marcador del discurso del que todavía no se ha hecho ningún estudio lingüístico. Animo a los lingüistas (pobre especie en extinción) que en el futuro escuchen mis grabaciones a que lo hagan. Please, es que yo no tengo tiempo para todo…

—Justo de eso te quería hablar. Oye, ¿y no hay manera de conseguir más?

—¿Qué? ¿Tienes alguna pibi a la que quieras calentar?

—Un caballero es siempre discreto y no tiene memoria. Cuéntamelo todo, ¿qué se puede hacer?

—Bueno, eh, pues, ¿qué quieres que te diga? Es que si se ha terminado la planta se ha terminado, ¿sabes? Si quieres pruebo a pensar concentradamente en ella durante dos días a ver si emerge de la materia oscura.

—¿Qué? ¿Has leído la obra del premio nobel Alexia?

—Sip.

—Pero, pero, eso es genial.

—Para que veas que te hago caso. El primer libro que me leo en 10 años. Al principio, no te creas, me mareaba y tó, se me juntaban unas líneas con otras, y yo decía, ay va chaval, que tengo que dejar de fumar por lo menos hasta que me lo lea.

—Muy bien, muy bien.

—Es que me heriste el orgullo. El orgullo de clase.

—¿Yo? ¿Por?

—No te hagas el tonto. O sea, que me echas una charla de cuarenta minutos diciéndome que si vendo droga es porque soy de clase baja, que mucho escuchar hip hop, y mucho criticar al sistema pero ninguna idea para cambiarlo… y ahora me dices ¿yo? ¿por? Ay va, chaval, justo me acabo de acordar, mira, escucha este, ya verás, es buenísimo. Se llama Dialogía del capitalimo. Este va contra los pijos.

Ey, Pijo,

“Soy pobre pero honrado”

¿Quién lo dijo?

Ey, rico,

Que nos pegas tus dichos

Que cuidamos a tus hijos

Que limpiamos tu cobijo

Y nos tratas de canijos

ANIÑADO,

te lo digo ya muy claro

tus dichos no me inculques

ya soy culto y refinado

Auque, de traje,

no vaya disfrazado

¡PASMADO!

Pobreza y delincuencia

No están asociados

De justificar nuestra moral

Ya estamos cansados

La vuestra es intocable

El rico siempre es honrado.

Ey, pijo,

Soy pobre y creativo

ergo rico y atractivo

y muy colaborativo

y no competitivo

tú eres el conflictivo

ESTIRADO

por tu poder adquisitivo

TRATADO

de “don” como apelativo

OBLIGADO

a ser siempre servido

acumular dinero

no es el objetivo

ey

tú,

rico,

el hip hop

no es un revoltijo

“a sílabas contadas”

descubro tu escondrijo

sufijo, infijo, afijo

rimando las palabras

denuncio el desvalijo

VENDIDO,

¿por qué si pa’ti no trabajo

soy un vencido?

Por mi sueño cumplido

Mi menda ha nacido

a limpiar tu mierda

aquí no he venido

a vender tu droga

aquí no he amanecido.

FORRADO,

Bajo tuya

estoy colocado

pero el chollo

ya se t’acabado

la riqueza es de todos

ya te lo he filosofado

la felicidad es el camino

el dinero está arruinado.

MÁS CLARO

No te lo puedo haber dejado

Andate con cuidado

Que ahora soy crítico y refinado

No me cuentes tus cuentos

PAGADOS

Para ser contados

Si yo no protesto

Tú te quedas callado

Si yo no me muevo

Tú te quedas parado

Y, mientras,

a mis derechos,

¡¿quién-jamás-los-ha-representado?!

Ey, pijo,

Si digo

Soy rico pero honrado

Dirás que yo no rijo

¿Por qué nos pegas tus dichos?

Si cuidamos de tus hijos

Si limpiamos tu cobijo

Y nos tratas de canijo

“Soy pobre pero honrado”

Dime, pijo,

¿por qué se dijo?

—Es buenísmo. Esa piba se sale. Genial. Bueno y de lo mío qué.

—¿Cómo has venido? ¿En taxi?

—¿Y eso a qué viene ahora?

—Dos carreras universitarias, dos doctorados, una empresa en el mundo del sexo ¿y no eres capaz de sacarte el carnet de conducir? ¿Y me dices que a qué viene? Es peligroso andar con eso por ahí en los taxis.

—¿Y yo qué culpa tengo de que el puto libro me produzca narcolepsia?

—¿Narco qué?

—Wipedia, yo lo siento, pero ya me cansé de dar definiciones.

—Anda, mira, aquí viene mi pibita.

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