Nivel C: El gabinete de psicología del doctor Holtz y el laboratorio de Lingüística Informática
¿Ya estamos todos? Ok. Perfecto. ¿Qué tal todos? ¿Estáis bien? Me alegro. Bueno, pues nada, yo siento haberos interrumpido de lo que estabais haciendo, pero es que he recibido una noticia importante y tenía que reuniros para comunicároslo. Nos han encargado una evaluación psicológica de cada paciente CN. Tenemos que elaborar cinco informes que se incluirán en los respectivos expedientes de los pacientes… Vaya, lo siento por las rimas interiores, ha sido inconsciente, vaya, otra vez, esto es como el hipo, una vez que se empieza… bueno, por dónde iba, ah, sí, ya me acuerdo, pues tenemos que elaborar cinco informes en los que se refleje, esperad, que cito literalmente: “una evaluación general de los pacientes clasificados con el código CN (ellos sabrán qué quiere decir), atendiendo a los siguientes parámetros: adscripción del paciente a una enfermedad descrita por la sicología; pruebas de inteligencia, prueba de método freudiano, con técnica de hipnosis incluida, y pruebas de fenómenos psi”. El informe tiene que estar entregado el lunes de la semana que viene. Tenemos justo una semana para realizar todas las pruebas, elaborar la información y escribir una conclusión final sobre cuál es el problema real de cada paciente. Esto es lo que quieren. El primer apartado, titulado “Adscripción del paciente a una enfermedad descrita por la sicología”, debe estar estructurado a su vez en cuatro partes: causas de la enfermedad, síntomas, diagnóstico y, por último, tratamiento y pronóstico. Según el proyecto, el paciente debe compartir en un setenta por ciento los rasgos de la enfermedad a la que hayamos decidido adscribirla. ¿Alguna pregunta? ¿No? ¿Nos ha quedado todo a todos claro? Buenoooooo, anda queeeee, cómo estoy hoy. Bueno, bien, pues manos a la obra. Veamos por dónde podemos empezar. Yo creo que este trabajo se puede dividir en tres etapas. La primera de ellas la vamos a desarrollar ahora, y va a consistir en hacer una síntesis de lo que sabemos hasta ahora de los pacientes, conocimiento a partir del cual hemos redactado los protocolos de preguntas que la doctora Eliza está haciendo en estos momentos, y nunca mejor dicho, porque justo ahora, a las cuatro, el señor Miguel Ángel Azahar tenía cita, ¿no es así? Bien. Esta sería la primera etapa y, como digo, es la que vamos a realizar hasta el final del día. La segunda parte del trabajo consiste en la realización de las pruebas. A partir de mañana, y durante dos días más, prepararemos los test sicológicos, las sesiones de psicoanálisis, y, por último, el diseño de experimentos para medir las posibles facultades mentales de los pacientes. ¿Estáis de acuerdo? ¿Alguna propuesta? Por cierto, en cuanto a los test sicológicos, también hacen especificaciones. Quieren que los pacientes hagan tres test: test de inteligencia, test de Roschard (ya sabéis, las manchitas) y lo que ellos han llamado test de tolerancia al sistema, donde quieren evaluar el grado de rebeldía social de los pacientes. Lo más curioso es que toda esta documentación venía en una caja en la que ponía Un Submundo Feliz. Qué raro, Un Submundo Feliz, qué errata más tonta, ¿no? Son estas cosas que no sabes si es una errata o si significa algo, ¿verdad?
—Sí, sí, sí, es verdad.
—En fin. Pasemos, pues, entonces, a la primera fase del trabajo. Si os parece bien, la pareja que se encargó de hacer el protocolo de preguntas para la doctora Eliza de un paciente en concreto que nos cuente, brevemente, las razones por las cuales encuadró a dicho paciente dentro de una sicopatía y no de otra. Muy bien. ¿Quién empieza?
—Nosotros mismos.
—Vosotros os ocupasteis de la premio Nobel, la señorita Alexia Zyanya. ¿Cuál es vuestro diagnóstico?
—Depresión profunda y crónica acompañada de ciertos tipos de neurosis en los que ha colaborado mucho la naturaleza conspiranoide y obsesivo-compulsiva de su mente. La paciente ha desarrollado la psicosis de que el sistema capitalista es el culpable de todos los males del mundo. Además, piensa que estamos en manos de un grupo de siete personas que, de manera consciente, planea estrategias para conservar su riqueza, robársela al resto y hacer como si no pasara nada, como si fuera cosa de la naturaleza, darwinismo social, lo llaman según ella. Esta visión conduce a la paciente a puntos de vista muy negativos sobre la realidad, le crea rabia, ira y frustración porque no puede luchar contra ellos; la paciente no encuentra refuerzos, estímulos positivos en la realidad; piensa que todo el mundo le es hostil, tiene conductas asociales, no respeta las normas o convenciones sociales, lo que puede ser entendido como cierto tipo de esquizofrenia, aunque yo descartaría esta posibilidad, ya que creo que puede ser explicada mejor a partir del tipo de vida que lleva la paciente como, por ejemplo, el aislamiento en el que ejerce su profesión de investigadora.
—Está bien. Veamos, ¿con quién nos ponemos ahora?
—Valeria Fratella: esquizofrenia con delirio y psicosis. En principio, aunque hay contradicciones. No olvidemos que la esquizofrenia es un déficit cognitivo, es un problema en el pensamiento asociativo, y, sin embargo, el cerebro de Valeria funciona bastante bien, solo que ve, escucha y oye a un novio imaginario y extraterrestre como si fuera real. Su mente ha creado para ella una fantasía real en la que refugiarse de su entorno hostil, que como sabemos, es el entorno de la mafia, católico, ignorante, violento y conservador. Nada de estas cosas es ella. Esta chica ha nacido en el sitio equivocado.
—Sip. Es bastante evidente. Estupendo, muy bien, veremos cómo reacciona a las pruebas de hipnosis. ¿Y ahora con quién nos ponemos? ¿Anicka Zischler?
—De nuevo, en principio, esta niña podría tener un trastorno antisocial de la personalidad. Según su expediente, detrás de esta encantadora niña, hay una sicópata que ya ha hecho sus primeros pinitos. Aunque no es oro todo lo que reluce. Anicka reacciona ante las emociones, no finge ni la risa ni el llanto y empatiza con las emociones del otro; cosa que, como sabemos, los sicópatas no pueden hacer. El caso de Anicka formaría parte del terreno de conocimientos de la psico-fisiología, que como sabemos, estudia los casos en los que una fantasía es somatizada por el cuerpo y se convierte en un problema de salud física. Anicka piensa que es un vampiro y, desde pequeña, se ha acostumbrado a comer sangre. Un misterio que la ciencia debe estudiar, pero que supera los límites de lo psicológico. Fuera de esto y de que es superdotada, Anicka es una niña completamente normal.
—Jejeje, muy agudo. Muy bien. Quedan dos por exponer en común para que todos más o menos tengamos el mismo grado de conocimiento de los pacientes antes de empezar el trabajo de experimentación. Veamos. Empezamos con Jesucristo, perdón, ha sido un lapsus linguae, se ponga Freud como se ponga, ha sido involuntario, y no significa nada. Estaba diciendo que empezamos con Miguel Ángel y es justo, por tanto, que acabemos con él. Vayamos, entonces, con el señor Mc Cain. ¿Qué pensáis de él?
—Disfunción y psicosis sexual. Esta es la clasificación de su expediente. Insistimos, por nuestra parte, en que este paciente ha sublimado en el tema del sexo su terrible miedo a la muerte. Gracias a la fantasía de que es un cyborg, este individuo tranquiliza el miedo a la insoportable levedad del ser y consigue vivir como un viejo de su edad un tanto verdecillo, y perdón por la coloquialidad de la expresión.
—Muy bien. Perfecto. Y, ahora, el último, que, sin duda, es el más complejo de encasillar entre comillas: Miguel Ángel. ¿Qué nos contáis?
—En el expediente, venía reflejado doble personalidad o trastorno disociativo de la personalidad. Creo que es evidente que no podemos estar de acuerdo con ninguna de estas dos etiquetas, ya que el paciente no ha dado muestras de ostentar otra personalidad que la del profeta, personalidad que cultiva las veinticuatro horas del día. Por tanto, doble personalidad no puede ser. El hombre que se cree un profeta es una de las fantasías más recurrentes a lo largo de la historia de la humanidad. Las universidades que han experimentado con drogas dan buena cuenta de cómo, bajo el efecto de ciertas drogas alucinógenas, el ya denominado viaje del profeta es una ilusión bastante frecuente entre los experimentantes, los cuales afirman que, antes de ingerir la droga, nunca habían cultivado en su mente fantasías de esta naturaleza. Está en nuestros esquemas cognitivos; usando terminología de Carl Gustav Jung, sería aquello que origina un arquetipo. Miguel Ángel proviene de un entorno social tan miserable que solo ha alcanzado su paz vital cultivando la parte del cerebro dedicada al pensamiento místico. En todo lo demás, en principio, es bastante normal.
—Con esa hipótesis estoy más de acuerdo. Bueno, chicos, ya hemos acabado con esta parte, manos a la obra. Comienza la segunda fase de la investigación.