Ahora, hago zumba con Gabriel Tristán de ocho a nueve. Y le digo a mi novia:
–Amor, me huelen los sobaquillos que no te quiero ni especificar.
Y mi novia me mira con una cara que mi mente de Asperger no sabe interpretar y dice:
–¿No quieres entrar en detalles, cariño?