A estas alturas, ya sabemos que la Comunidad de Madrid tiene a Chita contando los muertos, los ingresados en la UCI y los nuevos contagiados. Porque ya les hemos pillado en más de un renuncio. Y así se lo hemos hecho saber por diversos canales, sin ánimo de ofender.
Mi jefa, algún día os hablaré de mi jefa, una mujer de working class montada en el dólar, un cisne negro que nadie sabe bien cómo lo ha hecho, pero lo ha hecho, y hace las veces de ’el sueño hollywodiense’, lo que nadie sabe es que para entrar en este trabajo tuve que leer mucha literatura marxista y demás, me ideologizaron, y una vez que lees y te das cuenta de cómo funciona, ya no hay vuelta atrás.
Podría decir que la odio y la amo a partes iguales. A los que hemos sido educados en el patriarcado, esta clase de mujeres nos generan unas pasiones muy extrañas. Y prefiero no juntarme con ella. Pero ella hace que me encante mi trabajo, y se lo debo todo, desde mi cambio de sexo, hasta conocer a mi novia de Vallecas, el amor de mi vida, hasta el sentido de mi vida.