A la espera de un colorario de insultos feministas, me veo obligado a citar a Wittgenstein, y decir que los límites de mi pensamiento son los límites de mi lenguaje, y, aunque no estoy muy de acuerdo con esta frase, me habilita para poder decir:
—Me cago en la puta que los parió a todos.
Ahora, que ya no soy Helena, sino Ramón, el patriarcado me permite moralmente decir estas cosas, que ensuciarían la boca de una señorita, como diría mi madre.
Y es que a mi madre, que ya se le ha pasado el parraque, resulta que quiere mandar a mi novia a FP, porque claro:
—Hijo (ya por fin lo ha asumido), la clase obrera va a FP, y nosotras (ahora se ha vuelto muy moderna y siempre usa el femenino como género no marcado) vamos a la universidad, y hacemos másteres y doctorado, porque nosotras somos la clase dirigente, las que ocupamos los cuadros técnicos del país, las posiciones estratégicas, somos las que dirigimos, las que tomamos decisiones, las que gestionamos, y ellas son el tejido productivo, y deben producir, por eso se llaman clase obrera, porque a ellas ’la cosa pública’ no les interesa, solo quieren que sus hijas sean futbolistas.
Yo me he cabreado mucho. Aunque estoy tratando de controlar mis estados emocionales con una terapia que me está costando un pastón, y además, me he comprado el libro del Dalai Lama sobre la ira sanadora, la ira bien encauzada, la ira como una manifestación de la bondad.
Pero sí, no es por digresionarme, y juro que no lo voy a hacer, pero tengo un problema de ira que contaré en otra parte.
—Si los corquis van a FP y los que tienen 120 de CI o superior van a la universidad, entonces una de las infantas debería haber hecho FP y bien que fue a la universidad.
—Bueno, hijo, pero los reyes ya sabes… ya se explica en La Historia Invisible de la Humanidad de dónde vienen los reyes, pero, pero, pero no te me vayas del tema, quítale a Tami la idea de ir a la universidad, como clase obrera que es, debe hacer FP, porque los oficios están desapareciendo, y nuestra clase social no se puede ocupar ahora de ser fontaneros, como comprenderás, además, ya hemos hablado de que la inteligencia es un tabú que la clase obrera no quiere tocar, porque elles piensan que, como votan, tienen la misma razón que el resto, aunque los que estamos formados sepamos que su opinión no vale nada, porque no es cualificada, sino que repiten discursos que nosotros les hemos metido en la cabeza. Qué quieres que te diga, no serán muy inteligentes cuando no se dan cuenta de que los manipulamos. Lo pone en la Wikipedia, cuanto más inteligente eres, más espíritu crítico tienes, y ellos, como te digo, solo fantasean con que sus hijos sean como Ronaldo, ¿no es una fantasía un poco infantil? No sé que diría el psicólogo Piaget de esto.
—Mamá, supongo que eso es lo que le vino a decir Robespierre antes de cortarle la cabeza al rey: A FP te vas tú.
Y he colgado.