El CAPITÁN CURIOSO 8: Tiempo del rebusco
En la cubierta de Alocada, las dos tripulaciones escuchaban pacientemente mis disculpas con la más sincera intención de aceptarlas; no obstante, el capitán Miguel no podía ocultar en su rostro un gesto muy serio de preocupación. La capitana Isabel, que lo conocía bien, posó la mano suavemente sobre su hombro y le dijo: —Tienes que […]