Cuando volví a encontrarme a Einstein ya en el planeta Tesla, lo primero que le dije fue: Exijo una disculpa. Y él me contestó: Eran tiempos muy duros, me di cuenta en seguida de que eras súperdotada, pero creo que tanto tú como yo sabíamos, como ahora sabemos, que había que hacer todo lo posible para que Ellos no se dieran cuenta de quién eras en realidad.
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