Abril, día cinco.
Hoy se ha publicado un vídeo llamado La Buffala, que le ha dado un vuelco al uso de la aplicación Entre broma y broma, que para estas horas ya está completamente transformada en un puro y duro: YO ACUSO.
La escena se desarrolla en el sur de Nápoles. Allí, sentada en una silla de mimbre a la puerta de su casa, una mamma tradicional hace mozzarella de buffala mientras nos cuenta sus penas.
En el vídeo, la mamma está muy cabreada, tiene unos pechos enormes, gigantes, jamás los había visto tan grandes en toda mi vida, y estos se mueven sin parar, tinteneando todo el tiempo mientras ella habla y habla que te habla.
Al poco rato de estar escuchándola, el espectador se da cuenta de que la señora está hablando de algo oscuro que ha pasado en su pueblo. Unas niñas han sido encontradas en unas alcantarillas, violadas, torturadas y con una cámara de móvil encendida. Tras un rato más, nos enteramos de que una de las niñas era su nieta, y de que todo el mundo en el pueblo sabe que ha sido un pez muy gordo al que están protegiendo debido a su gran poder. La mujer empieza a echar pestes del estado privado, jueces, policía y políticos sobre todo:
—Mucha broma, mucha broma, pero aquí la verdad nunca asoma. Y ¿cuál es la verdad? Pues yo te la voy a explicar bien clarito, tanto que hasta un tonto lo podrá comprender.
La mujer posa su mano suavemente sobre la cruz de una vírgen que lleva en su pecho y dice:
—Yo, yo, YO —eleva un poco el tono— te pago a ti, político, para que tú hagas lo que yo digo, y, si no lo haces, bomba. Si me perjudicas a mí o a alguno de los míos, bomba. Si defiendes al malo del bueno, bomba. Tú, político, no te corrompas, si no quieres ¡¡booooombaaa!!!
Para más inri, ahora el vídeo se acompaña con la canción de King África de bomba, y, esto ya es definitivamente un despiporre, un cachondeo total.
Aún así, en un programa de la televisión alemana, se está debatiendo sobre esta cuestión y la discusión se está yendo por otros lares:
—La empresa Justice ha denunciado a la Buffala por hacer terrorismo ficcional.
—Y ojo que no es el primer vídeo que sale, que ayer mismo se divulgó un vídeo donde ya claramente se puede ver que la aplicación ha evolucionado de la broma al uso de la violencia física, el vídeo ha sido producido en Grecia, según nuestras fuentes, por el psicópata terrorista que acude a las bonzonadas. Y este señor, que está seriamente perseguido por la justicia, ha subido un vídeo que se llama Mil Formas de morir para un político corrupto. Ese vídeo claramente está hecho por un terrorista.
—¿Has escuchado eso, Paca? —Le dice Virgilio a su mujer mientras se mete en la cama. La gente sigue pensando que soy un terrorista. En fin, tendremos que seguir escondiéndonos, felices sueños, gatita.
—Felices sueños, alma de cántaro —contesta la Paca haciendo que duerme para parecer un ser humano normal.
La noche ha llegado al barrio de Virgilio y todo parece en calma. Afuera no se escucha nada, solo silencio, pero dentro, dentro de la región común de los sueños, un gran murmullo caldea el pensamiento global. Miles de ideas, de imágenes, de palabras, resuenan en esta región colectiva del universo, a la que solo el ojo que todo lo ve puede acceder. En esta noche reposada y calma, miles de personas están maquinando cómo poder usar esta tecnología de empoderamiento social para crear más miedo, para demostrar el inmenso poder que tiene una masa que actúa de forma consciente y sincronizada.
A la mañana siguiente todo el mundo se despierta, pero ya casi nadie se acuerda de aquello que ha soñado la noche anterior, y sin embargo, más de uno habrá soñado lo mismo.